domingo, 24 de noviembre de 2013

Los niños y niñas alienados.


Los niños y las niñas que quedan en medio de una disputa por la patria potestad o por la tutoría legal de los hijos, no solo sufren esas discusiones si no la influencia  enérgica y destructiva de sus padres o madres intentando que estos se decidan por uno de los dos y apelan a llenar de mentiras con la finalidad de ganarle al otro, pasando por alto los derechos inalienables de sus propios y amados hijos. Suena retorcido y enfermizo pero es más común de lo que se admite. 
Tomar en cuenta únicamente las expresiones viciadas de un menor que sufre alienación parental es NO tomar en consideración la voluntad genuina del mismo.

En un esclarecedor estudio, la Dra. María del Carmen Díaz Sierra, Ministra del Tribunal de Apelaciones de Familia de Primer Turno (Montevideo, Uruguay) publicado en la Revista de Derecho de Familia, Nº21, titulado «Responsabilidad en el Derecho de Familia», la autora dice:

«A diario se ve en nuestros tribunales que la negativa al trato con el progenitor no conviviente parte del mismo niño o adolescente, aunque éste no logre dar una razón válida para tal actitud. Esta negativa, según psiquiatras, psicólogos y asistentes sociales es consecuencia de lo que se denomina ‘Síndrome de alienación parental’, causado por el progenitor conviviente. Dicho síndrome produce reacciones psicofísicas en el niño y es por ello que los tribunales, teniendo en cuenta la autonomía progresiva de la voluntad de ese niño o adolescente y desconociendo este síndrome al que se le ha denominado enfermedad jurídica, suspende o cesa el régimen establecido» (p.117). 

Llegó la hora de informar y formar a los jueces para que NO confundan apariencia y realidad ni tomen como auténtica voluntad aquella que es expresada como resultado de inducciones, presiones, manipulaciones, amenazas, sugestiones, etc. 

Se debe detectar todas aquellas situaciones en las que un menor se limita a "RECITAR" el discurso adulto que se le instaló. Es el fenómeno del ventrílocuo en el cual podemos descubrir o reconocer que un muñeco o un títere simplemente es un vehículo de expresión del propio ventrílocuo.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿Qué siente el niño cuando sus padres se separan?


En la separación, ¡padres ante todo!
Obviamente, los padres, como personas adultas y responsables (se supone que lo son) tienen todo el derecho a separarse cuando surja tal necesidad, pero si cabe, más derecho tiene el hijo a tener a sus padres. 

Aquí está asunto: una cosa es separarse como pareja (nivel conyugal: relación de pareja) y otra, muy distinta, es separarse como padres (nivel parental: ejercicio de padres). Lo que pasa, muy a menudo, es que ambos niveles, conyugal y parental, aunque están en planos distintos en el contexto de la relación familiar, en la práctica se confunden entre ellos y se imbrican el uno al otro. Y durante la vorágine de la etapa de separación (en especial si es muy conflictiva), el ejercicio de la parentalidad decae, aunque sea temporalmente, porque predominan los problemas personales entre los cónyuges.
"El fracaso de la pareja conyugal no tiene por qué obstaculizar el triunfo de la pareja parental". Pasemos a ver que experimenta el hijo cuando sus padres se separan. 
¿Cuáles pueden ser los sentimientos de tu hijo en el proceso de separación?
Sensación de vulnerabilidad. Se rompe en mil pedazos el armazón de seguridad que el niño se había ido forjando en el día a día, percibiendo las muestras cotidianas -pequeñas o grandes, no importa- de que sus progenitores, sus cuidadores habituales, están pendientes de él y de su protección. Se rompe la continuidad de la familia como institución protectora. Todo se vuelve menos fiable y menos predecible ("¿cuándo volveré a casa de los abuelos?", "¿qué haremos por Navidad?", "¿en dónde pasaré el verano?"). Aparecen los miedos intensos y la ansiedad continua.

Temor intenso a ser abandonados por sus progenitores. La mayoría de los niños están preocupados porque creen que sus necesidades no serán atendidas. Temen que, como la relación de pareja de sus padres se ha disuelto, suceda lo mismo con la relación padre e hijo: "Si papá se ha ido, ¿quién me asegura que ahora no se irá mamá? Si tú no quieres a papá, ¿cómo puedo estar seguro de lo que pasará más adelante? Quizás yo seré el próximo en no ser querido". 
Un tercio de los hijos teme que su madre también les abandone. Pero, al progenitor que más temen perder es el que se ha ido de casa. Temen que pierda el amor que antes sentía por ellos. Este sentimiento explica ciertos comportamientos de los niños, en especial si son pequeños, como reticentes miedos nocturnos, ansiedad de separación de los padres, crisis de pánico, fobia escolar, etc.
Sentimiento de tristeza y lástima. La reacción depresiva, en mayor o menor grado, casi siempre está presente. 
La separación y el divorcio son para la mayoría de las personas las experiencias más traumáticas y penosas de su vida". Y estos amargos sentimientos están presentes tanto en los adultos como en los niños.

Fantasías de reconciliación de los padres, en la que todo volvería a ser como antes. Estas fantasías perduran bastante tiempo en la mente del niño (y hasta del joven adulto). Recuerdo una niña de diez años que me afirmaba con total convencimiento: "Cuando sean viejecitos volverán a estar juntos" (y sus padres ya habían constituido nuevas parejas y tenían descendencia con ellas).

Sentimientos de culpa. El niño cree que su vida "pesa" sobre sus dos progenitores como si fueran complicadas cargas y responsabilidades. Los niños oyen quejarse a los padres con comentarios desafortunados que se les escapan -que en sí son intrascendentes, pero que en un clima familiar tenso cobran otro significado-, del tipo:"¡Este niño está acabando conmigo!" o "¡Ya no lo aguanto más!". Una tercera parte de los niños que asumen esta responsabilidad culpabilizadora suelen tener menos de ocho años. 
Podría seguir citando otros sentimientos que emergen en los hijos de padres separados, pero alargaría demasiado este apartado. Un único consejo para mitigar estas experiencias infantiles: que el niño sepa que, por encima de las desavenencias entre los padres, a él se le sigue queriendo igual. 
Cómo contárselo
Aunque siempre es difícil sacar provecho de las malas noticias, los progenitores deben esforzarse en comunicar a sus hijos, de la manera más desapasionada posible, su decisión irrevocable de separarse. Brindo a continuación una explicación de la separación que acostumbra a funcionar bien cuando los niños son pequeños.
Ambos padres, juntos y nunca por separado, le dicen a su hijo: "Mira, hij@, los papás a partir de ahora ya no vivirán juntos. Es la mejor manera de que papá y mamá sigan siendo amigos y no los veas discutir ni pelear. Y así nosotros te podremos seguir queriendo como siempre".

"No somos bichos raros" Los padres pueden empezar haciendo referencia a la cantidad de parejas que se separan, y señalar concretamente a familiares y amigos conocidos de los hijos. Asimismo, es muy importante que el niño entienda que no es un bicho raro si esto ocurre en su familia. Sus padres no son unos monstruos, sino personas normales y corrientes, e incluso encantadoras, que en su día vivieron muy enamorados, y de este amor nació él, el querido hijo. Pero, ahora sus padres han dejado de amarse, y así como es difícil vivir separado de alguien a quien se quiere, también es muy complicado hacerlo con quien no se congenia.

"Seguimos siendo tus padres" Hay que hacerle entender al hijo que sus padres no han dejado de quererlo por el hecho de haberse separado. Que tampoco piense que es por culpa suya la separación de sus padres. Y que no eche la culpa a uno solo de sus padres, porque cuando dos personas se separan siempre es asunto de dos. 

Cómo resaltarle los aspectos positivos
. Dejemos las cosas claras: la separación implica un fracaso en la relación de pareja. Otra cosa bien distinta es que luego las cosas resulten beneficiosas para uno, varios o todos los miembros de la familia. 

Dile a tu hijo que:
+ Con el tiempo, descubrirá que vivir con un padre o una madre feliz es mejor que vivir con dos padres desgraciados. 
+ Intimará por separado con cada uno de sus progenitores. Ahora vivirá con cada uno de ellos, en dos casas distintas, y tendrá la oportunidad de disfrutar de dos estilos de vida, dos maneras distintas de vivir. 
+ Podrá beneficiarse de las distintas aficiones de sus padres y participar de ellas (ir al fútbol, acampar en la montaña, jugar juntos los videojuegos, coleccionar sellos, ir de excursión en bici, etc.), que quizá no pudieron manifestar sus padres durante el tiempo que estuvieron juntos, porque ambos no compartían los mismos gustos. 
+ Será de gran ayuda para sus padres. Y no sólo por la compañía y el apoyo moral que les da en sus momentos de desánimo o tristeza, sino porque a partir de ahora cada uno de ellos tendrá que hacer solo las tareas que antes solían repartirse en casa. Cuentan con él para reconstruir el hogar

Sinceridad. No dejes que tu hijo crea que "papá está de viaje por trabajo" o "todo va a ir bien". Nuestros hijos son muy perspicaces. Saben si un padre está tratando de ocultar algo, aunque el propósito sea para protegerles. Los hijos necesitan respuestas sencillas que puedan entender fácilmente, sin tener que echar la culpa a nadie. 
No es su culpa. Deja que tus hijos sepan que no es por su culpa. Todos los hijos piensan que pueden ser responsables de la ruptura de sus padres. Durante los dos primeros años los niños necesitarán que les recordemos, de forma cariñosa, que el divorcio es una decisión tomada por sus padres en la que ni ellos ni su comportamiento tienen nada que ver. 
Escuchar. Los niños tienen muchas preguntas, sentimientos, suposiciones y preocupaciones sobre el divorcio. Muchos padres encuentran difícil algo tan simple como sentarse y escuchar en silencio lo que sus hijos dicen, sin interrumpirles con nuestras ideas preconcebidas. Necesitan sentirse tranquilos y relajados sabiéndose escuchados de forma atenta y paciente. 
Sentimientos. Déjales saber que es bueno que expresen sus sentimientos, cualesquiera que sean. Muchos niños ocultan sus sentimientos de tristeza, ira o dolor porque tienen miedo de que eso moleste a sus padres. Necesitan saber que todos sus sentimientos son aceptables. 
Volver. Tus hijos deben saber que es normal que quieran que sus padres vuelvan a estar juntos. Puedes explicar a tus hijos que, una vez divorciados, es improbable que los padres vuelvan a vivir juntos de nuevo, pero que su deseo de reconciliación es lo más normal del mundo. No deben sentirse avergonzados de sentir ese deseo, por otra parte, tan lógico. 
Seguridad. Transmite a tus hijos toda la seguridad de que seas capaz. A muchos niños les preocupa que, a causa del divorcio de sus padres, tengan problemas de comida, ropa o incluso alojamiento. Los niños que viven solo con su madre pueden necesitar saber que ella tiene un plan para protegerlos en caso de incendio, "ladrones o fantasmas". 
Amigos. Habla con tus hijos acerca de amigos suyos con padres separados o divorciados. Esta es una buena manera de conocer los temores de tu hijo y sus ideas sobre los padres divorciados, y dan la oportunidad de aclarar conceptos erróneos y recordarles que muchos otros niños han pasado antes por lo que ellos están pasando. 
En medio. No trates que tu hijo tome partido por uno de los dos. No hables mal de tu expareja delante de tus hijos y tampoco utilices a tu hijo de mensajero. Los niños deben ser capaces de querer a ambos padres. No permitas que tus hijos se enganchen a un solo progenitor. 
Salir. Pasa tiempo con amigos. Tener una red de amigos que te apoyen evitará que tu hijo se convierta en tu confidente y en el responsable de tu bienestar emocional. Estar mucho tiempo a solas con ellos puede limitar tu capacidad para tolerar el día a día con tus hijos. 
Leer. Lee con tu hijo un libro (adecuado a su edad) que trate sobre el divorcio. Esto te ayudará a hablar con él de temas importantes y le permitirá formular preguntas que, de otra manera, no se le habrían ocurrido o no se atrevería a hacer

Fuente: Licenciada Cristina .B.Nelson

lunes, 18 de noviembre de 2013

Como identificar un Psicópata


A veces tenemos la tendencia a utilizar la palabra psicópata para referirnos a personas hombres o mujeres  que nos nos simpatiza, o que creemos que no están bien mentalmente, pero más allá del uso frívolo del calificativo cuando se dice psicópata generalmente asociamos a un loco cuchillo en mano, a punto de actuar la escena de la ducha en el film psicosis. Lejos de llegar a ese extremo podría ser tranquilamente el animador de una reunión o el amigo divertido con semblante amable y de carácter simple.

Según algunas miradas psiquiátricas, la psicopatía es una manera de ser en el mundo más que una enfermedad. Una forma, en la que el psicópata hábilmente seduce a sus "víctimas" las que no son elegidas al azar y gracias a su capacidad de envolver y manipular logran enredarlas con el fin de alcanzar su objetivo, que va más allá del interés por las personas, ya que estas son percibidas como objetos para alcanzar un fin.

¿Los psicópatas se enamoran? claro que no. En cambio se muestran así y logran hacer sentir a su pareja como la persona más importante del mundo o la peor según la etapa del vínculo en la que se encuentren. Los blancos perfectos: perfiles con baja autoestima y carentes de afectos. El amor que profesan es en cambio hacia sí mismos. Fascinan a sus víctimas usando todo tipo de recursos para luego denigrarlas, generándoles sufrimiento ya que es imposible satisfacer su demanda. 
El mecanismo suele operar intentando alejar a su pareja de amigos y familiares, a los que trata bien puertas afuera pero suele desacreditar con humillaciones e indirectas cuando tiene la oportunidad. Pueden dañar sin sentir remordimientos, manejando sus propias reglas y dejando la culpa del lado del otro.

Son sociables, simpáticos, mostrando una cara hacia el afuera que se construye a base de exageraciones sobre sus méritos generalmente distorsionando su realidad a conveniencia; mentiras de las cuales no se informan ya que las construyen sobre su propio argumento montando una escenificación teatral.

Dándose a conocer tranquilos, relajados. De vida sexual frívola superficial e inestable, egocéntricos, impulsivos, faltos de metas a largo plazo, comportamiento irresponsable, incapacidad de ubicarse en el lugar del otro, si bien predicarán justo lo contrario, por la clásica posición de víctimas en la cuales se ubican de manera casi espontánea. Cerca de un psicópata seguramente se verán “amigos” satélite, de los que necesita nutrirse para ser el foco de atención. Tras su fachada de incomprendido sumado a su carisma natural logra mantener a sus “súbditos” cerca.

Claro que hay diferentes tipos y escalas de peligrosidad. Estos, serían los que se encuentran comúnmente dando vueltas cerca sin ser percibidos. Lo interesante es que hay personalidades complementarias que necesitan de estas maneras de ser donde se genera un círculo vicioso; generalmente serían los perfiles obsesivos.

Licenciada Alba Moses

domingo, 3 de noviembre de 2013

¿CÓMO SE CREAN LOS FALSOS RECUERDOS EN MENORES OBSTRUIDOS?



La memoria puede ser traicionera no sólo porque es muy fácil olvidar sino porque la mente puede confundir escenas imaginadas con la realidad. (*)

Los investigadores están mostrando cómo se puede usar la sugestión y la imaginación para crear "recuerdos" de eventos que realmente nunca ocurrieron.

En casos de notoriedad, algunas personas han jurado recordar eventos traumáticos -incluyendo abuso infantil y secuestros extraterrestres- que nunca ocurrieron. 

Esta investigadora describe cómo se pueden implantar falsos recuerdos por medio de sugestiones o sugerencias deliberadas o intencionales. 

“La exposición a información equivocada induce una distorsión en la memoria” es una de las conclusiones resultantes de las investigaciones.

“Los falsos recuerdos se construyen combinando recuerdos reales con el contenido de las sugestiones recibidas de terceros. Durante el proceso, los individuos pueden olvidar la fuente de la información. Este es un ejemplo clásico de confusión de fuentes, en el cual el contenido y la fuente terminan disociadas”. 

(*) Dra. Elizabeth F. Loftus, profesora de psicología y profesora adjunta de leyes en University of Whashington. Recibió su Ph. D. en psicología de la Stanford University en 1970. 
Sus investigaciones se han enfocado hacia la memoria, testimonios de testigos oculares y procedimientos en juicio. 
Ha publicado 18 libros y más de 250 artículos científicos y ha servido como perito experto o consultora en cientos de casos incluyendo el caso de abuso preescolar de mcMartin. 
Su libro “Testimonio Ocular” ganó un National Media Award de la American Psychologicasl Foundation. 
Ha recibido doctorados de la Miami University, Leiden University y John Jay College of Criminal Justice. 
Recientemente, Loftus fue elegida presidenta de la American Psychological Society.

domingo, 6 de octubre de 2013

Definiendo Divorcio en el siglo XXI




El divorcio (del latín divortĭum) es la disolución del matrimonio, mientras que, en un sentido amplio, se refiere al proceso que tiene como intención dar término a una unión conyugal. En términos legales modernos, el divorcio fue asentado por primera vez en el Código Civil francés de 1804, siguiendo por cierto aquellos postulados que veían al matrimonio como una verdadera unión libre (para contraerlo basta el acuerdo libre de los esposos), y al divorcio como una necesidad natural; en este sentido, el divorcio moderno nace como una degeneración de un matrimonio vincular cristiano, siguiendo la lógica de la secularización de éste, teniendo por cierto raíces provenientes del Derecho Romano.

El divorcio se diferencia de la separación de hecho en que, dependiendo del ordenamiento jurídico de cada país, puede tener o no algunos efectos jurídicos; por ejemplo para los casos de Chile esta situación fáctica puede ser causal para solicitar la declaración de divorcio. Respecto a la separación legal en tanto, ésta sí es reconocida legalmente en diversos ordenamientos jurídicos, teniendo en consecuencia un mayor número de efectos jurídicos que la separación de hecho, aunque a diferencia del divorcio, no pone término al  matrimonio.

En el siglo XXI, los divorcios son muy frecuentes, entre matrimonios recien formados y los que llevan muchos años, una idea falsa o de moda de independencia en la edad madura hace que las parejas busquen libertad y vivir como solteros a una edad en la que los hijos aun estan creciendo y desarrollándose  estas y otras causas originan los divorcios tempranos que tienen como caracteristicas comunes hijos e hijas muy pequeños y son estos los más afectados si la madurez de sus progenitores no está a la altura de las circunstancias. 

Un ejemplo, si el divorcio se da por maltrato familiar, el conyuge maltratado debe probar que sus hijos pueden ser victimas de maltrato y separarlos del otro, para ello se valdrá de las "armas" legales existentes. En otros casos este es precisamente el factor utilizado para desvincularse de la anterior pareja.

El divorcio es un duelo y una ruptura que debiera afectar únicamente a los cónyuges y nunca a los hijos. 

DECLARACIÓN DE LA UNIÓN LATINOAMERICANA DE ENTIDADES DE PSICOLOGÍA (ULAPSI) SOBRE LA ALIENACIÓN PARENTAL.




Los psicólogos de toda Latinoamérica apoyan la existencia del SAP y lo califican de maltrato infantil: espectacular declaración de la UNIÓN LATINOAMERICANA DE ENTIDADES DE PSICOLOGÍA (ULAPSI) que reúne a más de 60 asociaciones y colegios profesionales de psicólogos.

DECLARACIÓN DE LA UNIÓN LATINOAMERICANA DE ENTIDADES DE PSICOLOGÍA (ULAPSI) SOBRE LA ALIENACIÓN PARENTAL. 05-10-2011. 
La ULAPSI está FORMADA POR MÁS DE 60 FEDERACIONES, ASOCIACIONES, SOCIEDADES Y COLEGIOS PROFESIONALES relacionados con la psicología de Ameríca Latina:
ULAPSI tiene por fin EL DESARROLLO DE LA PSICOLOGÍA, COMO CIENCIA Y PROFESIÓN, para que esta se constituya como un instrumento de transformación de las condiciones de vida en los países de América Latina. PROMUEVE INTERCAMBIO CIENTÍFICO entre psicólogos e investigadores, difunde y PROMUEVE NORMAS ÉTICAS E INCENTIVA Y ORIENTA INFORMACIÓN EN PSICOLOGÍA que pueda resulta en ejercicios profesionales calificados.

Resumen:
Para esta Declaración, el Grupo de Trabajo Familia de ULAPSI hace suyas las palabras del preámbulo de la Convención Internacional sobre los derechos del niño (a), adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989 …/…
Pág. 2
Además, para la propuesta, este grupo de profesionales latinoamericanos, expertos en Psicología de la familia, se acuerpa en los siguientes artículos de la citada Convención; específicamente en:
…/…
Pág. 7
En este sentido, y en total consonancia con esta Convención, nuestro grupo de trabajo, coincide con lo dispuesto en el DSM-IV en cuanto a que: “los problemas relacionales son síndromes conductuales o psicológicos de importancia clínica o pautas de comportamiento que ocurren en individuos o entre ellos y que se asocian a aflicciones presentes o discapacidad o a un riesgo significativamente mayor de deceso, dolor, discapacidad o una pérdida importante de la libertad. Los problemas relacionales (p.ej, problemas relacionales de parejas, maltrato de la pareja o infantil) se incluyen como trastornos del eje I en el DSM-IV bajo los códigos V (es decir, otros trastornos que pueden ser objeto de atención clínica)”.
Por tanto,
Conscientes que en América Latina, en este momento, aún se mantienen vigentes los principios ideológicos patriarcales, QUE DERIVAN EN PRÁCTICAS DE DESPARENTALIZACIÓN, DE ALIENACIÓN PARENTAL Y PADRECTOMÍA, HACIA PADRES Y MADRES, PLENAMENTE FACULTADOS PARA EJERCER SUS DERECHOS Y RESPONSABILIDADES PARENTALES;
Que estas prácticas ancestrales, PROPICIAN LA DESAFILIACIÓN UN MALTRATO SISTEMÁTICO HACIA NIÑOS (AS), QUE SON UTILIZADOS POR SUS PADRES O MADRES COMO INTERMEDIARIOS EN EL CONFLICTO CONYUGAL.
QUE ESTE MALTRATO PARENTAL, DE LOS EXCONSORTES ENTRE SÍ, HACIA LA PROLE, OTROS FAMILIARES, ES UNA REALIDAD CLÍNICA, JUDICIAL Y PSICOSOCIAL DIARIA EN LAS FAMILIAS EN CONFLICTO EN AMÉRICA LATINA. 
CONSIDERAMOS DE SUMA IMPORTANCIA EXPONER NUESTRA MIRADA Y COMPRENSIÓN RESPECTO DEL OBSERVADO FENÓMENO DEL SAP Y LA PADRECTOMÍA EN DIVERSOS PAÍSES DE AMÉRICA LATINA, razón por lo cual existe este documento; pues QUIENES HEMOS TENIDO LA OPORTUNIDAD DE TRABAJAR CON FAMILIAS NOS HEMOS ENCONTRADO, CON BASTANTE FRECUENCIA, TANTO EN NUESTRAS INTERVENCIONES CLÍNICAS DE FAMILIAS EN CONFLICTO COMO A NIVEL JUDICIAL (sobre todo cuando se está dirimiendo el proceso legal de la custodia de los hijos/as, tras la separación parental), CON PROCESOS DONDE UNO (a veces ambos) DE LOS PROGENITORES UTILIZA A LA DESCENDENCIA, PARA HACER PREVALECER SUS PARTICULARES INTERESES, SOBRE LOS DEL OTRO, LIMITANDO O ANULANDO LOS DERECHOS ASÍ COMO EL VÍNCULO EMOCIONAL PATERNAL DE LA OTRA PERSONA CON UN FIN A MENUDO PERVERSO, PODER Y DESQUITE; OBJETIVO QUE TRATARÁ DE ALCANZAR CON TODOS LOS MEDIOS A SU ALCANCE PUES EL FIN LO JUSTIFICA.
ESTA VIOLENCIA PARENTAL BUSCA ANIQUILAR NO SOLO EL ROL PATERNAL; SINO ADEMÁS, TODO VÍNCULO EMOCIONAL ENTRE LOS HIJOS (AS) Y LA PERSONA AUSENTE (a menudo el progenitor masculino, pero no exclusivamente éste), aduciendo como causa los conflictos de la pareja. Se trata en definitiva de la manipulación antojadiza de los hijos (as) como herramienta de cambio (para el chantaje). Concurre además la manipulación de la realidad, implantando memorias e instaurando procesos de enajenación en la consciencia de los hijos (as), tratando de anular su criticidad y suplantarla por ideas provenientes de los conflictos de pareja y no del subsistema parental, hablamos entonces del SAP. EL SAP, TRIANGULACIÓN O LA PADRECTOMÍA NO ES SÓLO UN PROBLEMA FAMILIAR, CLÍNICO O JURÍDICO, CONSTITUYE UNA PROBLEMÁTICA PSICOSOCIAL DE FONDO QUE IMPONE VULNERABILIDAD Y AGRESIÓN EMOCIONAL HACIA CADA UNO DE LOS PROGENITORES Y PRIORITARIAMENTE, HACIA LOS HIJOS (AS), QUE SON UTILIZADOS, COMO OBJETOS DE DISCORDIA, UN ARMA CONTRA EL EX CÓNYUGE (padre o madre).
CONSIDERAMOS QUE:
Para que el ser humano tenga un sano desarrollo integral, necesita mantener una relación vincular cercana, libre y espontánea con sus figuras parentales y con toda su familia, siempre y cuando no exista una razón, realmente válida, para evitar este contacto. A través del tiempo hemos constatado en nuestro trabajo e investigaciones ejemplos numerosos de crianza compartida, libre y espontánea, sin judicialización, donde los logros son bastos y tranquilizadores; tanto para los niños (as), como para ambos progenitores y familiares.
NO PODEMOS PERMITIR -SEA QUIEN SEA SU AUTOR- EL DESCONOCIMIENTO DE UN FENÓMENO LACERANTE PARA LAS FAMILIAS LATINOAMERICANAS Y SU ADECUADA CONVIVENCIA. 
En América Latina Patricia Arés (Cuba), Nelson Zicavo (Chile) quien habla de Padrectomía como proceso, sin embargo ha dedicado parte de su obra a este mismo fenómeno del SAP).Mª Guisella Steffen en su libro "Papá. mamá los quiero mil" (CHILE), Emilio Torrealba J , en su libro "l síndrome de alienación parental en la legislación de familia" (Chile) Otros autores como Jorge Luis Ferrari y Carlos Díaz Usandivaras (Argentina), María Antonieta Magallón (México, en su Tesis Doctoral) y David Ramírez (Costa Rica, en su Tesis Doctoral) SE HAN REFERIDO AL MISMO TEMA CON ACIERTO EN SUS MÚLTIPLES PUBLICACIONES DONDE QUEDA CLARO A TRAVÉS DE SUS ESCRITOS E INVESTIGACIONES QUE EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL (SAP) ES UN PROCESO INMERSO EN EL SENO DE NUESTRAS SOCIEDADES. 
LAS LEYES EN MÉXICO, EN ARGENTINA, EN URUGUAY, EN BRASIL VAN ADELANTE (ALGUNAS TÍMIDAMENTE) AL COMPRENDER ESTOS FENÓMENOS y en los otros países, aún DUERMEN EL SUEÑO DE LOS OLVIDADOS EN LOS CAJONES DE FUNCIONARIOS INEPTOS AL SERVICIO DE LO POLÍTICAMENTE CORRECTO, O SIMPLEMENTE POR LA INERCIA CONSERVADORA DE UNA SOCIEDAD DIVIDIDA ENTRE MACHISTAS Y HEMBRISTAS CON SUS LUCHAS ABSURDAS.
NUESTRO COMPROMISO SOCIAL HACE QUE HOY ALCEMOS LA VOZ POR LOS HIJOS E HIJAS QUE SUFREN ESTA SITUACIÓN y que además, ven hipotecado su futuro por el conflicto entre sus ascendientes Y TAMBIÉN, POR AQUELLOS PAPÁS Y MAMÁS QUE SON AGREDIDOS, DESPARENTALIZADOS, , y que injustamente han muerto en vida para sus hijos (as), pues aunque sigan viviendo, ya no se les permite la convivencia, el mantener un vínculo no sólo necesario, sino también deseado.
Los hijos (as) de padres separados no son niños (as) de segunda categoría, ni futuros adictos o desviados como nos lo hicieron creer las vetustas ideas tradicionales. Son chicos inteligentes y capaces, nos están pidiendo que le demos una familia segura y dos padres comprometidos en su crecimiento y desarrollo, que dejen de lado los argumentos de pareja para asumir los de padres, pues es lo que son para toda la vida. Cuando esos niños (as) tengan a su vez descendencia los harán abuelos a los dos y esos nietos, necesitaran la herencia histórico-cultural de todos sus familiares, no de algunos nada más.
Nuestra historia latinoamericana está plagada de hechos con separaciones obligadas injustas y lacerantes. Desde los hijos de migrantes, que dejaban y dejan aquí o allá parte de su familia hasta los hijos de los “desplazados” en Colombia, sin olvidarnos de los hijos de los desaparecidos en Chile, Argentina y Uruguay (bien lo saben las aguerridas Madres de Plaza de Mayo). A TODO ESTE DOLOR, AHORA LE SUMAMOS LOS PADRES Y MADRES (SEPARADOS O DIVORCIADOS) DE HOY, QUE NO TIENEN MÁS QUE SUS DOS MANOS Y SU CORAZÓN HERIDO PARA LUCHAR POR EL VÍNCULO ROTO Y QUE SI NO ACTUAMOS INMEDIATAMENTE PARA REPARARLO, SERÁ IMPOSIBLE DE REVIVIR. MIENTRAS EXISTAN ORGANIZACIONES E INVESTIGADORES LATINOAMERICANOS COMPROMETIDAS CON LA SALUD PSICOLÓGICA DE NUESTRAS FAMILIAS, ENTONCES LOS PADRES Y MADRES, SUS HIJOS (AS) PODRÁN TENER SEGURIDAD DE QUE NO ESTÁN SOLOS, PUES LA PADRECTOMÍA Y EL SAP SON HECHOS LAMENTABLES QUE DEBEMOS DEVELAR CON VALENTÍA Y SIN TEMOR. LOS HIJOS (AS) DE PADRES Y MADRES SEPARADOS ESPERAN QUE LOS PROFESIONALES NO CALLEN.
Declaración de la Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología sobre la Alienación Parental.
CONSIDERACIONES EN TORNO A LA PERTINENCIA DEL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL EN LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA.
Comunicado de la Coordinadora de Psicología Jurídica del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España. 18/06/2008
Por parte de la Coordinadora de Psicología Jurídica del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España, DESEAMOS AVALAR LA CONVENIENCIA DEL ANÁLISIS DE LA PROBLEMÁTICA QUE SE CONOCE COMO SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL EN LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA, tanto dentro del ámbito forense del derecho de familia, como de otros relacionados. LOS INVESTIGADORES Y LOS PSICÓLOGOS MUESTRAN GRAN CONSENSO AL CONSIDERARLO COMO UNA ALTERACIÓN COGNITIVA, CONDUCTUAL Y EMOCIONAL, en la que el niño desprecia y critica a uno de sus progenitores. Esta conducta y actitud de rechazo y minusvaloración, es injustificada o responde a una clara exageración de supuestos defectos del progenitor rechazado. Para hablar de este síndrome, debe descartarse por completo la existencia de cualquier forma de maltrato o negligencia en los cuidados del niño, asegurándose de que las críticas no se refieran a conductas o actitudes reprochables por parte del familiar rechazado. Como todo avance científico y profesional, está sujeto a continua revisión, pero no puede ser negado “a priori”, cuando EXISTE LITERATURA CIENTÍFICA Y ACTIVIDAD PROFESIONAL QUE LO DESCRIBE, Y RECONOCE SU UTILIDAD.
P.– Las feministas radicales también rechazan el Síndrome de Alienación Parental, dicen que no está avalado científicamente.
R.– Eso dicen, sin embargo en el último Congreso de Psicología Jurídica que se ha celebrado en Murcia hace dos semanas, y esto es una primicia informativa, el Colegio Oficial de Psicólogos de España aprobó un documento de apoyo al Síndrome de Alienación Parental para que se use como entidad científica en los juzgados.
Viernes , 23 de mayo de 2008. . JOSÉ MANUEL AGUILAR/ Psicólogo clínico y forense
EL MUNDO / EL DIA DE BALEARES
http://www.elmundo-eldia.com/2008/05/23/illes_balears/1211570445.html

El Matriarcado o patriarcado ¿lo definimos bien?




Un matriarcado es un término que se aplica, a veces laxamente, a sociedades en las que existe una preponderancia de la autoridad femenina en aspectos importantes de la vida pública o privada.

Patriarcado término antropológico usado para definir la condición sociológica en que los miembros masculinos de una sociedad tienden a predominar en posiciones de poder; mientras más poderosa sea esta posición, más probabilidades que un miembro masculino retenga esa posición.

Ahora bien, si lo quieres mas extenso:

La sociedad Matriarcal, se da en la antigua Grecia en cierta Isla, donde la Poetiza Safo describe que el gobierno en ese lugar esta establecido por mujeres. La historia universal establece un periodo primitivo en donde todo giraba alrededor de la mujer, y estas tenían la autoridad, incluso podian   tener varios hombres como parejas para la reproducción.

La Sociedad Patriarcal, se sustenta en la historia temprana, donde no existía estado como se conoce actualmente, pero si existían clanes, y estos gobernados por hombres a los que se les denominaba, pater familias. todavía hasta hace 50 años la sociedad a nivel mundial fue una sociedad patriarcal. la mujer solo era un instrumento reproductivo y nada mas, a partir de 1950, le levantaron sendos movimientos pidiendo la mujer algún derecho de participación en la educación y la vida política de las naciones.


Con el reclamo de derechos, la participación política de las mujeres una nueva generación de hombres y mujeres surge en las sociedades; que tenemos en el 2013, mujeres jóvenes que son participes activa de su sociedad, mujeres adultas aun con el lastre de que lucharon y no se sienten reconocidas, mujeres mayores o de la tercera edad, desligadas de estos movimientos y aun viendo las cosas como hace 60 años atrás. 

A hombres y mujeres les ocurre lo mismo, el significad de matriarcado y patriarcado es una palabra mal empleada en el reclamo de derecho y deberes, predomina la ignorancia en estos debates y se sacan palabras por demas equivocadas y fuera de contexto. 

Las personas cuyas edades ascienden a los 65 años tienen una cosmovisión distinta al hombre de 40 o 30 años, y es que el aprendizaje social está en función de la edad, no debemos pues pelear con otras generaciones si no estar seguros que aquello que hacemos en la generación que nos corresponde brinda derechos, responsabilidades y deberes a cada uno por igual sin resultar un genero superior al otro. 



Licenciada Alba Moses
Coaching educativo

jueves, 22 de agosto de 2013

LA separación su impacto en los miembros de la familia.



El Estado defiende la institución familiar y por ello no es fácil divorciarse, tanto como sí lo es casarse. Por esta razón se instituyó el status de separación, como fase intermedia entre el matrimonio y el divorcio. El legislador buscaba que esta etapa funcione como un período de reflexión y de reconciliación entre los miembros de la pareja afectada.
La experiencia nos demuestra que una separación acordada con asistencia psicológica, en buena proporción, permite el reencuentro de la familia y en el peor de los casos, si se llega al divorcio, los hijos sean menos afectados.
La separación, por ello, es importante porque es un período de adaptación a la nueva vida, porque se avanza a una relación de pareja mejor -aunque sea la misma pareja- y permite, sobretodo, que los hijos se adapten a la nueva realidad.
 
LAS CAUSAS
Problemas que pueden deteriorar el amor de una pareja: El advenimiento del primer embarazo, cuando es producto de una gestación no deseada, la insatisfacción sexual, la falta de comunicación o la comunicación negativa, el tránsito del amor pasional al amor maduro, la distribución de las tareas del hogar, la intervención de la familia de ambos cónyuges en su vida, la infidelidad y los celos, el problema de los "amigos de él" y los "almuerzos de ella" y los problemas económicos. 

De acuerdo a alguna leyes mundiales, son causales de divorcio el adulterio, el abandono voluntario, los excesos, injurias graves que hagan imposible la vida en común, el conato de uno de los cónyuges para corromper o prostituir al otro o a sus hijos, así como la connivencia en su corrupción o prostitución, la condenación a presidio, la adicción alcohólica u otras formas graves de farmaco-dependencia, la interdicción por causa de perturbaciones psiquiátricas graves. Igualmente la Ley prevé que se podrá declarar el divorcio luego de declarada la separación de cuerpos y haya transcurrido un año, o cuando los cónyuges hayan permanecido separados, de hecho, por más de cinco años. 

Desde un punto de vista humano, podemos señalar como causales de divorcio distintas razones de índole personal, social, moral, religiosa, económica o estrictamente psicológicas. La experiencia demuestra que una de las primeras causales de divorcio que se plantea en la práctica de la Psicología Clínica, es que la pareja no se conocía bien antes de casarse. En muchas oportunidades el novio y la novia, durante la etapa prematrimonial, tratan de hacerle ver a la otra parte que ellos son como se supone que quiere la pareja que sea; y no se muestran como en realidad son. En los noviazgos cortos, las parejas no tienen tiempo real de conocerse y cuando se casan pueden encontrarse que lo han hecho con una pareja que dista mucho de ser el ideal que tenían como lo que debería ser su cónyuge. Esta causa, que es fundamental desde nuestro punto de vista, conlleva al segundo motivo de consulta, como lo es la presencia del "otro" o la "otra".
La mayoría de los problemas en la pareja recién casada, se fundamentan en la falta de conocimiento de ellos mismos. 

En menor grado aparecen otra razones, tales como problemas de cambio de personalidad, trastornos psíquicos,  problemas de alcoholismo, de drogas, desavenencias en la educación y otros.
  




                                       ¿Y CON LOS HIJOS QUÉ?
El principal problema que tienen los hijos cuando surge la separación o el divorcio, es que los padres incurren en una serie de conductas erróneas para con ellos. Los padres no deben utilizarlos como "espías" para que les informen qué está haciendo el otro cónyuge, o como "corre ve y dile" o "mensajeros" para comunicarse entre ellos. Los padres no deben presentar reacciones agresivas contra sus hijos para vengarse de la pareja. No deben amenazar a la pareja en el sentido de que si se divorcian le harían un daño tremendo a los hijos para tratar de evitar la separación. Luego, al producirse el divorcio, los padres no deben quedar resentidos con sus hijos. Luego del divorcio, no deben existir conductas inapropiadas contra los hijos, tales como el abandono afectivo por parte del padre que no tiene la custodia o sobreprotección por parte de quien la tiene. No se le debe presentar al hijo una nueva pareja antes que él esté en capacidad de asimilar ese impacto. Todos estos comportamientos provocan conductas profundamente obstaculizadas en la evolución psicológica de los niños. Investigaciones revelan que los hijos de padres divorciados presentan menor autoestima que los de matrimonios constituidos. El divorcio es el más grande stress que un niño pueda soportar como hemos visto. Los niños perciben la muerte de un padre de manera más natural que un divorcio. Los hijos de divorciados necesitan más tratamiento psicológico que los de los no divorciados. Las consecuencias de una conducta inadecuada de los padres cuando se divorcian puede ocasionar ansiedad, miedo, inseguridad, sentimientos ambivalentes y diferentes trastornos de conducta.   

Los padres, los hijos y el divorcio.



Si una pareja se encuentra en proceso de divorcio, debe tener en cuenta:
1º El problema es con su pareja, nunca con sus hijos.
2º La única forma en que sus hijos no sufran durante la separación o divorcio es que los padres estén plenamente conscientes de que deben explicarles claramente la situación a ellos y decirles que, independientemente de la decisión que tomen, ambos cónyuges seguirán queriéndolos y ayudándolos.
3º Si no hay más remedio que el divorcio, siempre será preferible una separación amistosa que una conflictiva, por el bienestar y seguridad de los hijos y de la propia pareja.
4º Hay que hacer un gran esfuerzo para superar el rencor y la rabia, pero es indispensable por el bien de todos sobre todo y ante todo el de los hijos procreados en la relación.



Reflexionemos: 
Los padres que se están divorciando se preocupan a menudo acerca del efecto que el divorcio tendrá en sus hijos. Los padres se preocupan principalmente por sus propios problemas, pero a la vez están conscientes de que son las personas más importantes en la vida de sus hijos.
Los padres se pueden sentir o desconsolados o contentos por su divorcio, pero invariablemente los niños se sienten asustados y confundidos por la amenaza a su seguridad personal. Algunos padres se sienten tan heridos y abrumados por el divorcio que buscan la ayuda y el consuelo de sus hijos. Los hijos no pueden entender el divorcio y los padres deben explicarles lo que está pasando, cómo se afectan y cuál será su suerte.
Los niños pueden creer que son la causa del conflicto entre sus padres. Muchos niños tratan de hacerse responsables de reconciliar a sus padres y muchas veces se sacrifican a sí mismos en el proceso. La pérdida traumática de uno o de ambos padres debido al divorcio puede hacerlos vulnerables a enfermedades físicas y mentales.
Los padres deben percatarse de las señales de estrés persistentes en sus hijos. Estas señales pueden incluir la falta de interés en la escuela, por los amigos o aún al entretenerse. Otros indicios son el dormir muy poco o demasiado y el ser rebeldes y argumentativos con los familiares.
Los niños han de saber que su mamá y su papá seguirán siendo sus padres aún si el matrimonio se termina y los padres no viven juntos. Las disputas prolongadas acerca de la custodia de los hijos o el presionar a los niños para que se pongan de parte del papá o de la mamá le pueden hacer mucho daño a los hijos y puede acrecentar el daño que les hace el divorcio.
La continuación de la obligación de los padres por el bienestar de los hijos es vital. Si el niño parece tener indicios de estrés, los padres deben consultar con su médico de familia o pediatra para que lo refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes. El psiquiatra podrá evaluar y darle tratamiento al niño para aliviar las causas del estrés. Además, el psiquiatra podrá aconsejar a los padres ayudándolos a minimizar los problemas que causa el divorcio en la familia.
 
LA SEPARACIÓN Y EL DIVORCIO,
CUANDO NO HAY M
ÁS REMEDIO
Para los psicólogos, la separación y el divorcio son alternativas por las cuales puede pasar la pareja en un momento dado de su vida. Lamentablemente, existen circunstancias que, en ocasiones, escapan al control emocional y racional de los cónyuges y la separación y/o el divorcio, se convierten en herramientas que pueden evitar un mal mayor.
Fomentamos la familia y procuramos resolver los problemas de pareja que puedan conducir a una separación, sin embargo, existen sin duda circunstancias que obligan al terapeuta familiar a considerar, en ocasiones, estas posibilidades.

LAS DIMENSIONES DEL PROBLEMA A NIVEL PSICOLÓGICO
En los Estados Unidos, uno de cada dos matrimonios se divorcian. En Inglaterra y Francia, uno de cada tres. Ejemplos que son significativos de cómo el divorcio avanza en los países desarrollados. Más del 40% de los niños de estos países, vivirán con sus padres durante su primera etapa de la niñez y -luego de un divorcio- con uno de sus padres y su nueva pareja, en la segunda etapa de su vida.
La intensidad de las emociones, el dolor, las ofensas, el rencor y otros sentimientos provocan un daño profundo en la  pareja difícil de recuperar. Por otro lado, la victimización de los hijos atrapados en la "batalla conyugal", produce deterioros psicológicos irreparables en la psiquis de los menores.
En el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Michigan se encontró que los hijos de divorciados eran tratados en una proporción de dos a uno con la población general. Estos niños sufrían, en la mayoría de los casos, síntomas asociados a la falta de control en la agresión. En los más pequeños, la agresividad era contra los padres separados y los hermanos. En los mayores, ya adolescentes, el problema tomaba forma de actos antisociales y de delincuencia, así como alcoholismo y adicción a las drogas.
En los casos de las hijas de divorciadas adolescentes se encontró frecuencia de promiscuidad sexual, en mayor proporción que las hijas de matrimonios no divorciados.
Otros autores han enfatizado la importancia de la depresión en el cuadro clínico de los niños de padres divorciados. En una investigación, también en los Estados Unidos, entre niños tratados como pacientes psiquiátricos ambulatorios de depresión media y severa, un alto porcentaje de la muestra era de niños de padres divorciados.
En un estudio de seguimiento de una muestra nacional de 5.362 niños nacidos en la misma semana de 1946 en Inglaterra, se encontró que el 36.5% de los hombres cuyas familias se habían visto afectadas por un divorcio o separación antes de los cinco años, sufrían algún tipo de psicopatología o falta de ajuste social y fueron hospitalizados antes de los 26 años por enfermedades psiquiátricas de tipo afectivo o por úlceras gástricas, colitis o se hicieron delincuentes hacia los 21 años, comparados con el 17.9% de los hombres provenientes de familias no divorciadas. En este mismo estudio de Wadsworth, Pekham y Taylor (1985), también se encontró que el 26.3% de las mujeres cuyas familias se rompieron antes de los 5 años, fueron hospitalizadas por enfermedades psiquiátricas o por úlceras gástricas, colitis o se hicieron delincuentes hacia los 21 años o se separaron o divorciaron antes de los 26 o tuvieron hijos ilegítimos, comparadas con el 9.6% de las familias que no sufrieron divorcio.
El 29% de los hombres cuyas familias se rompieron antes de que cumplieran 16 años, sufrieron antes de los 26 años, problemas psicopatológicos o de inadaptación social o se divorciaron o separaron antes de los 26 años, comparados con el 18% de los hombres de familias intactas.
El 21% de las mujeres cuyos padres se divorciaron antes de los 16 años, hacia los 26 sufrieron lo mismo que los hombres o tuvieron hijos ilegítimos, comparadas con el 10.1% de las mujeres de familias no divorciadas.
También en este interesante estudio longitudinal se demuestra que los hombres de familia de clase social trabajadora, hijos de padres divorciados, a la edad de 26 años, ganaban de forma significativa menos ingresos si se los comparaba con los hombres de familia no divorciados.
Igualmente encontraron que los hijos de ambos sexos, de padres separados, tenían una vida académica significativamente menor que sus pares de familias no divorciadas.
Es de hacer notar que los hijos de padres fallecidos tenían poca repercusión en la diferencia en los logros académicos de hijos de padres no divorciados, lo que demuestra que el divorcio impacta aún más psicológicamente que la muerte que los seres queridos.
Los hallazgos indican que la separación y divorcio de los padres, tienen un considerable perjuicio sobre la vida de los hijos que se expresa en patologías psicológicas, inadaptación social, menores logros educativos en ambos sexos y menores logros económicos en hombres.
Ahora bien, lo que tendríamos que preguntarnos es si el daño lo provoca la ausencia de uno de los padres o el propio trauma del divorcio. Si observamos que el daño en los hijos de padres fallecidos no es igual al de los hijos de padres divorciados, podríamos concluir que más que la falta de uno de los padres es posiblemente los elementos que componen la crisis del divorcio lo que traumaría irreversiblemente a los hijos.
La mayoría de los divorcios están precedidos por meses o años de disputas, ofensas, desamor, peleas, desilusiones y frustraciones.
En un primer lugar, las parejas comienzan con provocaciones mutuas, con trato y vocabulario hostil y episodios de gritos y de abuso físico verbal.
Allí los niños quedan amedrentados por las escenas, sin saber qué hacer y se sienten desorientados, impotentes y tristes por la falta de control de sus padres. Además los padres tienden a pedirles solidaridad a los hijos -cada uno por su lado- generándoles graves conflictos de decisión.
Posteriormente, si la pareja no logra manejar los conflictos y comienzan un proceso de divorcio, inician un período de enfrentamiento por distintas razones, sean por rencor, rabia o por la división del patrimonio conyugal. En esta fase se intensifica la hostilidad, el deseo de daño de uno al otro. Surge el odio, la amargura y a veces hasta el deseo de venganza.
En esta etapa, la mayoría de las parejas piensa que quitándole los hijos el uno al otro ganan la pelea, sin darse cuenta que le están haciendo un gran mal a la psiquis de los muchachos.
De manera que, cuando la pareja se plantea un divorcio y no hay más remedio, hay que tomar en cuenta todo lo expresado y procurar el mayor esfuerzo en que no se generen tantos problemas. Aunque parezca difícil, el divorcio o la separación debe ser acordada hasta donde se pueda y negociada. El terapeuta familiar en este momento puede jugar un gran papel, al ser el referee psicológico para juzgar lo que el juez legal no puede resolver.

va al segundo motivo de consulta, como lo es la presencia del "otro" o la "otra".
La mayoría de los problemas en la pareja recién casada, se fundamentan en la falta de conocimiento de ellos mismos.
En menor grado aparecen otra razones, tales como problemas de cambio de personalidad, trastornos psíquicos,  problemas de alcoholismo, de drogas, desavenencias en la educación y otros.
 

viernes, 9 de agosto de 2013

Que es una denuncia Falsa.

La Historia y muchas literaturas ilustran diversos tipos de denuncias falsas . Varios guiones de películas (disponibles en cualquier video-club) describen muy bien distintos aspectos de tan patológico fenómeno, y en algunos casos puede ser muy recomendable que las víctimas de denuncias falsas dediquen un par de horas a ver la película que mejor se adapte a su situación, no sólo por las técnicas y argumentos que le aporten, sino también por mantener alta la autoestima y la moral de quien ha sido denunciado falsamente, y tal vez no encuentre en quién apoyarse, ni a quién confiar su problema, mientras dura su calvario.


Las denuncias falsas son rápidamente identificadas por sus víctimas, pero resultan lejanas y dudosas a quienes nunca han sido denunciados falsamente, ni son reconocidas como tales por sus autores, en casi ningún caso. Una denuncia falsa es, en muchos casos, una intensa prueba de madurez a la que el destino somete a la víctima por la iniciativa de un querulante o delirante, pero también con la complicidad de quien sistemáticamente piensa que "cuando el río suena, agua lleva", sin pararse a pensar que ni lo uno ni lo otro es delito, o que algo sea más falso. Quienes han vivido el impacto social y psicológico de verse acusados falsamente no olvidan, no pueden olvidar los peores momentos, el alto precio ya pagado, y sobre todo, la duda de quien menos debería haber dudado. Podemos dar fe deque se pierden los malos amigos, mientras dudan o fastidian.
Chesterton sabiamente decía que las mentiras son más peligrosas cuanto más se aproximan a las verdades. Los tontos no son capaces de separar unas de otras sin ayuda más inteligente, y por ello es muy recomendable que un profesional les haga reconocer sin ambigüedades ni reservas las verdades que exculpan al falsamente denunciado, y también les haga ver y repudiar las mentiras demostradas que inculpan al denunciante falso. Las técnicas criminalísticas y la criminología más profunda pueden y deben ser aplicadas firmemente tanto al más frívolo de los cotillas, como al más respetable de los magistrados para liberar pronto y definitivamente a quien el denunciante falso ha tratado de enredar y complicar con sus maliciosas acusaciones, incluso con una ejemplar condena en costas y actos de desagravio incluso en público, hasta la plena satisfacción de la víctima.
La denuncia falsa exige tiempo, inteligencia y atención de la víctima, pero no mucho más cuando se cuenta con un buen asesoramiento técnico y legal. En cierta forma, algunos querulantes son ladrones del tiempo de sus víctimas, por lo que hay que intentar marcar el ritmo de las actuaciones y disimular o aplazar cualquier imposibilidad de dedicarse oportunamente a la defensa de los intereses, imagen y derechos de la víctima. Son conocidos algunos querulantes que desde lugares muy mal comunicados con el domicilio del denunciado, como Huelva , aprovechan la distancia y el tiempo que consume la personación en "sus juzgados", para coaccionar a sus víctimas más ocupadas, aumentando así la inteligencia y maldad de su perversión . Lo peor es que algún fiscal estúpido y obtuso es incapaz de darse cuenta de la repetida malicia sistemática de algún denunciante al que acaba por conocer, y tal vez temer, o incluso llega a desarrollar cierta complicidad que nadie sabe cómo poder investigar (las amistades de los fiscales parecen inescrutables).




Desde la perspectiva criminológica y victimológica se han de catalogar los perfiles del falso denunciante y de su víctima con cierta definición junto a la esencia de lo que es una denuncia falsa , más allá delerror acusatorio . Pueden encontrarse también elementos comunes entre denuncias falsas de contenido e intención muy diferente que permiten analizar su núcleo y fenomenología crítica para la política criminal y la mejor defensa de los afectados. Sin embargo, en este trabajo no se pretende dar consejo legal, sino sólo una visión global y criminológica-victimológica, desde cuya perspectiva se mejoren las técnicas neutralizadoras contraatacantes en un procedimiento judicial o policial abierto, especialmente basadas en la peritación judicial de un experto criminólogo, capaz de proponer y realizar la prueba apropiada dentro del procedimiento judicial abierto preferentemente en fase de instrucción.
La peor de las motivaciones de una denuncia falsa es la envidia patológica. La relación entre el denunciado falsamente y el denunciante falso siempre es muy compleja, pero en la mayoría de los casos suele haber un componente, característica o virtud en la víctima inalcanzable para el querulante que utiliza los ángulos más fráciles de la reputación para intentar que su objetivo se baje del pedestal en el que él considera que se le ha subido inmerecidamente y, además, sacar todo el partido de ello que pueda conseguir en algún momento de debilidad de la víctima.
Los delitos falsamente denunciados pueden ser muy variados, aunque las amenazas y coacciones sin testigos ni documentos son más habituales, no son infrecuentes muchos otros tipos específicos de acusaciones, como apropiaciones indebidas, hurtos, incendios, daños, envenenamientos, acosos sexuales, sabotajes y últimamente una gran variedad de delitos tecnológicos (virus informáticos, descubrimiento y revelación de secretos, piratería de software, hacking, cracking y phreaking, etc). Pero lo esencial de la falsa denuncia no es el tipo de la acusación, que en ocasiones puede ser sólo un pretexto inconcreto que invita a la policía (incluyendo a la municipal) o la guardia civil, y al juez instructor, a iniciar diligencias especialmente molestas, desagradables y perturbadoras para el denunciado, mientras el denunciante trata de ejercer presión piscológica, social y profesional negociando un hipotético desestimiento con interesadas condiciones basados en una extorsión legal inaceptable desde cualquier perspectiva ética o criminológica.
Características criminológicas esenciales de la denuncia falsa
No es posible definir ninguna perversión por sus modelos ideales, pero sí que se debe de analizar el tipo delictivo amplia y profundamente, no sólo por su interpretación puramente legal, o la que ha ido acumulando la jurisprudencia, porque la doctrina criminológica no tiene por qué coincidir necesariamente con la que utilizan, o pretenden utilizar, los abogados penalistas o los magistrados cuando motivan sus sentencias. No es éste ni el momento ni el lugar para diferenciar a la Criminología del Derecho Penal pero baste aquí con la consideración de sus diferencias científicas en sus bases, medios y fines.
Así, el análisis criminológico pretende ser mucho más universal que el del tipo delictivo del correspondiente artículo del Código Penal de un país en concreto, porque la denuncia falsa, desde la perspectiva criminológica, es una realidad con independencia de cuáles sean las normas y las tradiciones, o las prácticas judiciales al respecto en un lugar geográfico y en un momento histórico determinado, porque sea cualfuere su consideración formal, las denuncias falsas han existido en todas las épocas, y en todas las culturas y sociedades.
La inteligencia y la cultura se definen bien por la forma de razonar ante una falsa acusación. Es muy indicativo el hecho de que en las poblaciones menos preparadas, con sistemas educativos deficientes y las más aisladas, con menos intercambios demográficos, las denuncias falsas "prosperan" en mucha mayor medida que entre las élites de las grandes ciudades, donde resulta mucho más difícil intoxicar y no es aceptable para la comunidad el iniciar procedimientos legales sin suficiente fundamento y pruebas. También es mucho más fácil denunciar falsamente al ausente, o al forastero, como bien conocen los cónsules y embajadores de países más civilizados destinados en los que no lo están tanto.
Un caso intermedio entre el error y la querulancia se encuentra en los desvíos de responsabilidad, en el que el denunciante orienta su acusación no hacia quien él cree que haya cometido un delito, o una falta (a veces le resulta suficiente la indemnización de la falta, pero si depende del querulante, tratará de elevar la pena), sino a quien antes y más puede pagar, y también sufrir, por su acusación. Es decir, que se aprecia una perversa tendencia a dirigir la acusación hacian quien es más solvente o hacia quien está más indefenso, en lugar de hacia quien es más culpable. Este tipo de casos ofrece una gran variedad de matices y grados que sólo pueden ser bien resueltos por la lógica de las pruebas en materia criminal.
La denuncia falsa se define mucho más por su intención, generalmente extorsionante, coactiva, difamadora, injuriosa, calumniosa, y en definitiva, calumniosa y chantajista, que por su falso pretexto penal. Es un error intelectual, más allá de lo incorrecto jurídicamente, centrar los esfuerzos analíticos sólo en los hechos que se denuncian antes y más que en la intención del denunciante, porque eso es lo que precisamente desea el malvado denunciante: que sólo se hable de su denuncia, sintiéndose inmediatamente ofendido e irritado ante cualquier duda o cuestionamiento de su "ilimitado" derecho a denunciar.
Conviene hacer un esfuerzo para separar la subjetividad maliciosa del denunciante, de la objetividad racional de los hechos y sus datos conocidos por cada parte, y por quien recibe, instruye o conoce por cualquier procedimiento el contenido o una noticia de la denuncia, de la afectada subjetividad del denunciado, que en muchos casos se encuentra indefenso e indignado hasta llegar a la furia. En ciertas denuncias falsas, la reacción del denunciado puede parecer desporporcionada y muy perjudicial para sus propios intereses, y aunque nunca es recomendable perder el control de la situación, ni la autoestima, incluso imputado o procesado legalmente por la más maliciosa actuación de un querulante con perversas patologías clínicas, es pefectamente comprensible y no puede dejar de ser considerado con mayor benevolencia cualquier error o daño que produzcan las palabras de un denunciado falsamente, y en cualquier caso, legalmente existe una posibilidad de que la injusta condición de imputado actúe como atenuante de sus actos, y especialmente de sus palabras. Pero siempre es mejor advertir a quien acusa imputando falsamente delitos, y a quien instruye policial o judicialmente una denuncia falsa, que no se dudará en utilizar cuantos derechos asistan al imputado, sin concesiones ni descanso, aunque con ello se perjudique gravemente al malvado y al necio que no lo reconoce, incluso iniciando acciones legales por presunta prevaricación de cualquier funcionario que ignore alguno de los derechos del imputado por denuncias falsas.
La inteligencia criminológica se inicia con la separación de las subjetividades de cada uno de los interlocutores, denunciante, denunciado y juez, en su sentido más amplio, porque el problema es que, mejor o peor, y antes o después, todos los que conocen una denuncia falsa la juzgan de alguna manera, y resulta muy difícil para el denunciado informar a todos de cuando demuestra su falsedad mientras el denunciante hace lo posible por cultivar ampliamente suspicacias y sospechas. El tiempo que tarde en reaccionar cada juez para desestimar una denuncia falsa es también una precisa medida de su inteligencia y preparación.
En el primer análisis de una denuncia falsa se evidencia que intenta personalizar mucho más que tipificar, y busca el castigo mucho antes que cualquier tipo de compensación o solución adecuada al problema, porque su intención es coactiva y extorsionadora. La máxima criminológica "odia el delito, pero compadece al delincuente", es completamente opuesta a la inspira al falso denunciante, a quien suele afectarle muy poco la realidad de los hechos que define con poca precisión, y por el contrario, pretende definir muy detalladamente al denunciado y sus antecedentes personales para poder utilizar su denuncia como coacción.
También es conveniente relacionar la denuncia falsa con otros delitos, y en nuestra opinión pocos tienen tanto en común, y tan poco  esencialmente diferente a la denuncia falsa, como el "libelo". Evidentemente, publicar una información falsa, a sabiendas de que es falsa, sólo está al alcance de periodistas y editores, pero todo ciudadano siempre tiene el derecho de poder presentar una denuncia falsa en una comisaría, cuartelillo de la guardia civil o juzgado de guardia. Probablemente si pudieran, muchos falsos denunciantes preferirían utilizar un medio de comunicación en lugar, o además, de un juzgado de instrucción, pero lo cierto es que para la víctima de una falsa denuncia , o de un libelo, la defensa resulta difícil en ambos casos. No son infrecuentes los casos en los que el falso denunciante intenta dar la máxima publicidad a su alcance para la denuncia falsa, por lo que la víctima tiene abiertos dos frentes, uno en el juzgado, y otro en los medios de comunicación social, o en su entorno profesional, familiar o afectivo, por el ataque deliberado a su reputación, prestigio, seguridad jurídica, patrimonio y modo de vida.
Como toda realidad diversa y compleja, la denuncia falsa presenta una variedad de tonalidades también en la intención de quien denuncia. Pero sin duda, la más eficaz introspección se encuentra en el hecho inherente de su falsedad, en la medida en que el denunciante sea consciente de ella. Este punto es crucial para cualquier planteamiento probatorio eficaz para defensa de la víctima de cualquier denuncia falsa , como se propondrá y explicará más adelante, porque si puede demostrar que el denunciante es consciente de la falsedad, excluyendo la posibilidad de que se encuentre en un error, todo lo demás resulta accesorio, o más agravante, en la precisa denuncia contra el denunciante falseador de hechos.

Fuente: Miguel Angel Gallardo Ortiz, Criminólogo e Ingeniero